
La granularidad emocional es la manera en el que algunas personas construyen experiencias emocionales más detalladas que otras. Las personas que expresan experiencias muy “granulares” se consideran expertas en el manejo de las emociones. Es la capacidad de experimentarlas de manera certera lo que, según investigaciones, se asocia con el bienestar emocional. Si se logra identificar ante que situaciones las emociones se exacerban, puede tratar de predecirlas y adaptarse con precisión a cada situación específica. La investigación demuestra que los individuos con un alto grado de granularidad poseen mayores habilidades de regulación de las emociones y una mayor capacidad de recuperación frente al estrés en comparación con individuos de baja granularidad.
La pionera en el tema lo fue la doctora Feldman. Hizo un experimento en el que le dio seguimiento a las experiencias emocionales de cientos de personas durante meses. Entonces se percató de que la mayoría de los participantes usaba palabras generales para describir sus estados emocionales, como “triste”, “enojado” y “miedo”.
Lo interesante fue que algunas personas usaban palabras diferentes que les permitían profundizar en lo que estaban sintiendo, o incluso recurrían a frases y símiles que les ayudaban a precisar aún más cómo se sentían, como, por ejemplo: “me siento frustrado” o “me siento frágil como un cristal”.
En un primer momento, se pensó que estas personas tan solo eran capaces de reconocer con mayor precisión sus emociones, pero lo cierto es que se trataba de algo mucho más complejo e importante. La clave radica en que el cerebro convierte las emociones en algo muy real, en un abrir y cerrar de ojos y sin que seamos conscientes de ello, por lo que las personas que son capaces de manejar diferentes conceptos emocionales también son capaces de experimentar emociones “a medida”para cada situación.
Ahora bien, tómese el tiempo de pensar de qué me sirve esto, para qué “debo pasar trabajo” identificando y poniéndole nombres a las emociones si yo lo que quiero es ganar el juego y que mis jugadores jueguen bien. Piense en el siguiente ejemplo: sus jugadores no se están desempeñando como usted espera, no sale nada de lo planificado en la práctica, o en el partido el contricante va ganando el juego, entonces usted se se empieza a enojar y su estrategia es gritar (algo que sucede muy a menudo). Deténgase un momento y reflexione, ¿fue la mejor manera de manejar esa situación? Aquí es que la granularidad emocional entra en juego. No solo es identificar qué sucedió que le provocó esa reacción, sino también, que tipo de emoción experimentó puede ayudarlo en una situación similar a la utilicé a:
- Poder ofrecer feedback y comunicarse de manera más asertiva y con claridad
- Puede identificar si ese momento es el preciso para reaccionar considerando que su estado emocional se ha trastocado. El no manejar la situación porque entiende que no se encuentra en sus cabales es parte del manejo de emociones.
- Minimizamos reaccionar bajo impulso y luego arrepentirnos (secuestro por la amígdala)
- Conocer sus puntos fuertes y débiles y trabajar para mejorarlos.
- Alcanzar metas y resolver problemas de forma responsable y efectiva.
- Respetar a los otros y empatizar.
- Mejor toma de decisiones.
Si es del lado del atleta, para qué debo hacer este ejercicio, si tengo las habilidades necesarias para dominar y ganar la competencia. Si embargo, los atletas pueden experimentar emociones de igual manera. La granularidad emocional puede beneficiarlos en el:
- Reconocimiento de diferentes estados emocionales
- Identificar estrategias para regular sus emociones
- Evaluar los efectos de las emociones en el comportamiento
- La capacidad de cambiar al mejor estado emocional para manejar una situación específica.
- Desarrollar autoconfianza
- Resiliencia
- Enfoque
- Autocontrol
- Optimismo
He establecido que la granularidad emocional trae sus beneficios si se pone en práctica. Es recomendable fomentar un ambiente donde puede trabajarse con estas destrezas. Incluyo algunas recomendaciones finales para
- Expanda su vocabulario emocional: trate de hacer un esfuerzo por identificar palabras que describan mejor su estado emocional. Según las investigaciones, al desarrollar la destreza de granularidad emocional podemos identificar 30% más estrategias de afrontamiento para manejar las situaciones que se nos presentan.
- Exprese sus emociones con palabras: Escriba sus emociones en un diario y trate de relacionarlos con los eventos que los provocaron. De tal manera puede desarrollar técnicas de como afrontarlo mejor.
- Póngalo en práctica: No solamente lo haga de manera individual o una sola vez. Trate de incluirlo dentro de sus herramientas. Fomente un ambiente donde se puedan manejar las emociones y trabajar sobre ellas para que sean a nuestro favor.
Referencia:
Feldman, L. (2017) How Emotions Are Made: The Secret Life of the Brain