
Introducción
Son pocos los atletas que compiten solos en sus deportes. En cambio, la mayoría de ellos interactúan con o contra otros atletas colectivamente. Pero, ¿qué es exactamente un equipo? ¿O la unidad es fundamental para la consecución de la excelencia deportiva? Para empezar, exploraré cómo los psicólogos definen «grupos», «equipos» y «dinámica de grupos».
Grupos, equipos y dinámicas de grupo en el deporte
En la vida diaria, tendemos a ver cualquier colección de personas como un grupo. Sin embargo, los psicólogos usan este término con mayor precisión. En particular, definen un grupo como dos o más personas que interactúan y se influyen mutuamente entre sí (Aronson, Wilson y Akert, 2002). Es este sentido de interacción mutua o interdependencia para un propósito común que distingue a los miembros de un grupo de una mera agregación de los individuos. Por ejemplo, una colección de personas que van a hacer una actividad después del trabajo el mismo día cada semana no lo hace, estrictamente hablando, un grupo, porque estas personas no interactúan entre sí en una manera estructurada. Por el contrario, un equipo de jóvenes nadadores que entrenan la mañana antes de ir a la escuela o a la universidad, es un grupo, porque no solo comparten un objetivo (entrenamiento para la competencia) sino que también interactúan entre sí de manera formal (calientan juntos de antemano). Es esta sensación de que las personas se unen para lograr un objetivo común que define un “equipo”. Un equipo deportivo es un tipo especial de grupo. En particular, además de tener las propiedades definitorias de interacción mutua y tareas interdependendientes, los equipos tienen cuatro características clave.
Primero, tienen un sentido colectivo de identidad: un «nosotros» en lugar de una colección de «yo». Este colectivo emerge cuando los miembros individuales del equipo y los que no lo son están de acuerdo que el grupo es distinguible de otros grupos (“nosotros” versus “ellos”).
En segundo lugar: los equipos deportivos se caracterizan por un conjunto de roles distintivos.
La tercera característica: los equipos deportivos es el uso de modos estructurados de comunicación dentro del grupo.
Finalmente: los equipos desarrollan «normas» o reglas sociales que prescriben lo que los miembros del grupo deben o no deben hacer en circunstancias.
Por otro lado, se han identificado otras cuatro etapas en el desarrollo de cualquier equipo.
En la primera etapa «formación», los miembros del equipo se unen y participan en una evaluación informal de las fortalezas y debilidades de cada uno.
La segunda etapa de «crisis» en donde el conflicto interpersonal es común cuando los jugadores compiten por la atención del entrenador y se esfuerzan por establecer su rango en el orden jerárquico del equipo.
La tercera etapa se llama «normalización» y ocurre cuando los miembros del grupo comienzan a verse a sí mismos como un equipo unido por una tarea común y por lazos interpersonales.
Finalmente, la cuarta etapa es la” ejecución”, ocurre cuando los miembros del equipo deciden canalizar sus energías como una unidad cohesiva en la búsqueda de objetivos acordados.
Habiendo discutido brevemente el hecho de que los equipos cambian con el tiempo es importante aclarar que estas etapas no se comportan de manera lineal, los equipos pueden regresar a etapas iniciales aunque ya estén en alguna fase de mayor madurez.
¿Qué es la cohesión del equipo?
La cohesión se define como un proceso dinámico de la tendencia de un grupo a permanecer para conseguir objetivos y la satisfacción de las necesidades de los miembros del equipo. En un equipo deportivo, se puede ver como la medida en que los atletas están motivados para practicar, competir en equipo y “mantenerse unidos”. La cohesión es multidimensional e incluye:
Cohesión de tareas: el nivel de unidad de un equipo en el desempeño de tareas (por ejemplo, trabajo en equipo y finalización de tareas dentro de los deportes, como trabajar juntos para ganar un campeonato); y
Cohesión social: el nivel de unidad de un equipo en aspectos sociales (por ejemplo, apoyo social).
Como entrenador, ¿cómo puedo mejorar la cohesión del equipo entre mis atletas?
Un buen punto de partida es evaluar la cohesión percibida desde el punto de vista de los atletas. Esto se puede hacer de manera informal a través de conversaciones individuales o grupales con sus jugadores. Una pregunta de muestra es: «¿Cómo es su experiencia trabajando con sus compañeros de equipo?» La clave es escuchar abiertamente sus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos.
Después de comprender la cohesión actual de su equipo, puede seleccionar algunas o todas las siguientes estrategias para implementar. Al determinar sus próximos pasos, sería útil considerar su deporte, las características de sus atletas (edad y género sexual) y su filosofía de entrenamiento.
Entorno de equipo: Fomente un fuerte sentido de «nosotros» en lugar de «yo» a través de actividades de formación de equipos, el uso de lemas de equipo y las interacciones sociales dentro y fuera del deporte.
Estructura del equipo: en lugar de decidir los roles de sus atletas, ofrézcales la oportunidad de discutir sus roles percibidos y sus responsabilidades preferidas. Esta discusión puede mejorar el trabajo en equipo y la responsabilidad, así como empoderar a los atletas dándoles una opción en sus roles de equipo.
Procesos de equipo: se centran en los sacrificios individuales y la cooperación del equipo para facilitar el proceso de construcción de una identidad de equipo sólida. Involucre a todos los atletas en el establecimiento de metas de equipo relacionadas con la tarea más allá de las metas individuales e invite a atletas con niveles de habilidad similares a discutir técnicas y estrategias para aprender unos de otros.
Clima de equipo: cree un clima de motivación óptimo para que sus atletas crezcan individualmente. Por ejemplo, cuando los atletas cometen errores, puede alentarlos a aprender de esos errores elogiando su esfuerzo y brindándoles instrucciones correctivas positivas.
Referencias:
Aronson, E., Wilson, T.D., and Akert, R.M. (2002). Social psychology (4th ed.). Upper Saddle River, NJ: Prentice-Hall.
Eys, M., Loughead, T., Bray, S. R., & Carron, A. V. (2009). Development of a cohesion questionnaire for youth: The Youth Sport Environment Questionnaire. Journal of Sport & Exercise Psychology, 31(3), 390-408.
Filho, E., Dobersek, U., Gershgoren, L., Becker, B., & Tenenbaum, G. (2014). The cohesion-performance relationship in sport: A 10-year retrospective meta-analysis. Sport Sciences for Health, 10, 165–177.
¡Excelente artículo! Muy interesantes las 4 etapas. Me pregunto si todos los equipos logran pasar de la segunda a la tercera etapa.
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