
Los equipos sin líderes o liderazgo compartido
Haciendo revisión de literatura sobre el tema de los equipos sin líderes, la mayoría menciona al Cuarteto de San Lawrence. Para evaluar a este equipo de músicos, se escogieron a estudiantes de posgrado en Masters of Business Administration (MBA) de la Universidad de Stanford para que vieran con sus propios ojos la dinámica del cuarteto. En un momento dado, se les preguntó a los estudiantes quién creían que lideraba el cuarteto, la votación se dividió en cuatro direcciones. ¿Qué quiere decir esto? Que ese grupo de músicos no tenía un líder per se, simplemente cada uno conocía ciertas señales que le indicaban como fluir en su melodía. Por ejemplo, leyendo los sutiles movimientos corporales de cada uno, como una ceja levantada que indicaba anticipación o patrones de respiración, entre otras.
¿Cómo pudiera hacer funcionar un equipo sin líderes?
Un buen liderazgo compartido dentro de un equipo abarca una variedad de competencias, que van desde la percepción táctica, pasando por las capacidades motivacionales y la empatía, hasta las habilidades de comunicarse. Podemos unir estas características en cuatro roles de liderazgo diferentes, cada uno de ellos esencial para un funcionamiento óptimo del equipo. Así que, usted como entrenador, en vez de enfocarse en un solo líder, puede identificar diferentes características de los jugadores y que aporten ese peritaje a favor del equipo. A continuación, diferentes tipos de características que pueden tener los jugadores de su equipo:
Líder de la tarea: toma la iniciativa en el campo, se enfoca en los objetivos del equipo y ayuda a tomar decisiones estratégicas.
Líder motivacional: anima a los miembros del equipo a dar su mejor esfuerzo y dirige las emociones en el campo en la dirección correcta.
El líder social: promueve las buenas relaciones dentro del equipo, cultiva un buen ambiente de equipo y los demás miembros del equipo confían en él.
El líder externo: es responsable de la comunicación con personas externas como los medios de comunicación y la dirección del club.
Atrévase a mirar más allá del capitán del equipo cuando designe líderes en estos cuatro roles de liderazgo. La investigación ha revelado que solo en 1 de cada 100 equipos, estos roles de liderazgo estaban ocupados por la misma persona. Sin embargo, algunos estudios indican que esto no debería ser un problema. De hecho, se encontró que los equipos que adoptan el liderazgo compartido, en los que los cuatro roles de liderazgo fueron ocupados por diferentes personas, se caracterizaron por una mayor confianza en el equipo, una identidad de equipo más fuerte y un lugar más alto en el ranking en comparación con el equipo con un líder heroico que sobresalió. en los cuatro roles de liderazgo.
Otras formas de maximizar el liderazgo compartido
Compromiso con los objetivos compartidos: Todos los miembros del equipo deben estar de acuerdo en lo que el equipo está tratando de lograr. Los equipos trabajan mucho más fuertes si los miembros tienen voz en los objetivos y el enfoque del equipo. Hacer que los miembros del equipo discutan y decidan los objetivos del equipo fomentaría este sentido de compromiso del equipo.
Modelos mentales compartidos y precisos: Como entrenador, una de las formas en que los equipos pueden trabajar de manera efectiva es tener un sentido compartido de lo que está por venir (un modelo mental). Comprender, como grupo, qué esperar y cómo el equipo puede responder desarrolla este sentido de trabajo en equipo.
Claridad y aceptación de roles: Todos los miembros del equipo deben comprender que tienen un papel en el equipo. A veces puede parecer insignificante y difícil de aceptar, pero todos deben saber que su papel es de vital importancia para el éxito del equipo. Los entrenadores pueden promover esta característica del equipo enfatizando la importancia de cada atleta para el equipo. Los miembros del equipo deben ver cómo sus acciones realmente afectan los objetivos del equipo. Los compañeros de equipo también deben demostrar que la contribución de cada miembro es importante.
Confianza y cooperación mutua: Cada miembro del equipo debe confiar y cooperar con el equipo en su conjunto. Si bien este es un ingrediente obvio para el éxito del equipo, también es muy difícil de cultivar. Los entrenadores deben enfatizar la confianza y la cooperación desde el comienzo de la temporada. Ya sea a través de actividades de formación de equipos o experiencias compartidas (tanto sociales como deportivas), el equipo debe tener una base sólida de confianza y cooperación.
Los entrenadores efectivos saben que convertir a un grupo de personas en un equipo efectivo requiere una comprensión profunda de las características del equipo. Al incorporar las características del equipo antes mencionadas en las estrategias de entrenamiento, los entrenadores ayudarán a guiar a los jugadores individuales para que adopten una visión y un compromiso de equipo.